openSUSE 11.3 salió hace muy poco, y por las críticas que se pueden leer por ahí, pero sobretodo por mi experiencia personal con la distribución, puedo decir que la gente de Novell y la comunidad que les rodea han hecho un gran trabajo. Pero la rueda no para de girar por nada y su próxima versión ya empieza a dar de qué hablar.
A simple vista (y nunca mejor dicho, la verdad), el único desacierto de openSUSE 11.3 es el arte gráfico que acompaña a la distro, en especial el nuevo fondo de pantalla y todo el branding que surje a partir de él. Se mire como se mire, es feo (para qué gastar más palabras o intentar justificarlo).